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domingo, 29 de julio de 2012

Lumerians, Transmissions From Telos Vol. 4


(Hands in the Dark, 2012)

Más primitivos y desbocados que en el disco del año pasado, Lumerians vuelven con fuerzas extramundanas, ácidos como cometas, para llevársenos volando a un viaje psicodélico-espacial compuesto por cuatro jams, esta vez sin acompañamiento de voz, con la maquinaria instrumental a toda potencia: esa percusión mecánico-tribal, esos teclados prehistóricos, esos efectos cósmicos, todo bien sucio de polvo de estrellas, vibrante y auténtico como si en verdad trajeran un mensaje de otra galaxia: preparaos para la nueva era, terrícolas, el espacio exterior y el espacio interior os salen al encuentro, bailad, asombraos, viajad, ¡brillad! Más energía, más libertad, más groove espacial.

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More primitive and runaway than in their last year album, Lumerians return with extramundane forces, such acid as comets, to take us flying to a psych-space trip composed of four jams. No vocals this time but instrumental machinery is at full power: that mechanical-tribal percussion, those prehistoric keyboards and cosmic effects, are all really dirty of stardust, so vibrant and authentic as if they really brought a message from another galaxy: prepare for the new age, earthlings; inner space and outer space come out to meet you. Dance, wonder, travel, shine! More energy, more freedom, more space groove.

martes, 20 de diciembre de 2011

Lumerians, Transmalinnia



(Knitting Factory, 2011)

Mesurado, directo y actual como para ser pop, este disco contiene a la vez la exploración cósmica del rock espacial más energético, la magia de la psicodelia clásica más estrellada y vital. Lumerians parecen tener un sonido propio, sólido y muy prometedor, pero resuenan ecos (causales o casuales) a los primeros Pink Floyd, a Hawkwind, al krautrock. Y, en mi memoria, a los Manta Ray más experimentales, lo cual le da un encanto extra.

El disco se abre con "Burning Mirrors", un hit potencial que ya lanzaron el año pasado en single de vinilo. A partir de ahí, el viaje no aburre en ningún momento. Entre los ocasionales cantos reverberantes, prima ante todo lo instrumental, que el grupo maneja con maestría, creando un ambiente de penumbra interestelar, misterioso e hipnótico, con sus ritmos y bajos repetitivos pero extraños, la electricidad de sus guitarras alucinadas, la presencia envolvente de los teclados, las flautas y todos esos brillos, percusiones y vibraciones que titilan en la oscuridad.

El juego de la música de Lumerians, el evocador arte de sus portadas, traslucen una psiconáutica sonora e imaginal inspirada e inspiradora. Para mí, esta es la revelación del 2011, el debut de lujo, un disco tremendo que tal vez presagie grandes sorpresas para el futuro.