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sábado, 2 de febrero de 2013

Autechre, Untilted


(Warp, 2005)

Con este disco, los amantes de la percusión intrincada podrían estar de enhorabuena, porque esto es una fiesta de soniditos y golpecitos, campanitas y toda clase de superficies (físicas o virtuales, qué importa) tocadas con ritmos extraños, intensidades diversas y una variedad indefinida de texturas, sonidos, y distintas profundidades en la escena sonora que desencadena con unos buenos cascos o altavoces. Más que escena sonora, esto es un ecosistema de beats, tan diversos e imprevisibles que parecen manifestar porciones de realidad (¿física, mental, emocional?) en un lenguaje nuevo y fugaz, ese lenguaje en constante evolución que tal vez sea el motor, o uno de los motores creativos del proyecto Autechre.

La maestría con el ritmo adquirida por el dúo electrónico impresiona. Manejan los beats con un gran sentido de la proporción y la medida, en ese sentido me encanta su juego con la aceleración en "Ipacial Section", pero en todas las pistas hay imaginación, creatividad y buen gusto, dando lugar a una IDM de primer orden, si esa etiqueta le cuadra a esto, una fiesta rítmica que pasa del caos a la calma pasando por cientos de juegos diferentes (¿tiene algo que ver con el dubstep eso que asoma tímidamente al final de "Augmatic Disport"?). Pero no todo son beats aquí. Hay una cualidad melódica que tal vez no se haga evidente a la primera escucha. Son melodías sintéticas con un claro contenido emocional, luchando a veces por hacerse oír, por emerger entre el maremágnum de ruiditos en el que se van integrando. En la mayoría de los casos, sin embargo, parecen haber sido deconstruidas hasta resultar casi irreconocibles, manteniendo empero cierta sutil presencia aquí y allá que revela que hay seres humanos detrás de esto. Y hay un ambient sutil, que casi no se deja notar, pero que destaca especialmente en dos puntos: como respiro frente a la locura percusiva al final de "Fermium" y precediendo a "The Trees", y por otro lado en "Sublimit", semienterrado y luego subterráneo pero contando con un claro potencial conmovedor, como tono emocional en sustrato de la frenética actividad mental de la superficie.

¿Qué hacen Autechre aquí? O mejor dicho, ¿qué me transmiten en esta etapa? Más que un viaje de ciencia-ficción, como en Quaristice, es posible que Untilted explore más bien el juego con el sonido y el ritmo en sí, en ese sentido llevando las posibilidades de la música electrónica experimental hasta los límites, si es que los hay. Está claro que este disco me habla más a la mente analítica que los posteriores. Pero no es un producto frío de la racionalidad llevada al extremo, vacío de contenido emocional, como hemos visto, y su dimensión emocional es tal vez tan compleja y profunda como el armazón instrumental que la exhala, la medio oculta y la manifiesta, a veces por cierto con un sorprendente toque siniestro, como en "Iera". Ni tampoco sacrifica la musicalidad ni la sensibilidad del oyente con una excesiva agresión ruidista, resultando un disco coherente cuya escucha puedes disfrutar y repetir en busca de nuevos detalles.

domingo, 27 de enero de 2013

Autechre, Quaristice


(Warp, 2008)

Empieza frío y urbano en "Altibzz". Urbano porque me hace imaginar que vago por la ciudad, solo, un sábado por la noche. La sensación de oscuridad y aislamiento continúa en las siguientes pistas, pero uno deja atrás la ciudad y se adentra en un abismo mental, o computacional, de mensajes indescifrables. Diálogos misteriosos entre hombres y máquinas, engranajes mecánicos que tal vez sean meros símbolos formales de conceptos metafísicos, siempre la voz humana tratando de decir algo, deconstruida, perdida entre ecos, percusiones autoconscientes tratando de decirnos algo, perdidas entre sí. Eso es. Los ruidos de Autechre saben que están ahí y tratan de decir algo. Voy a ver si entiendo... En "Simmm", el viaje se vuelve más amable al principio, sus artífices juegan con nosotros presentándonos algo que se acerca más a nuestra idea de la música, pero en seguida irrumpe ese caos vivo de reflejos multiformes, y a veces la claridad de un ambient cósmico inesperado, que aparece en ondas. Estamos ya muy lejos de casa, aquí. Disfrutemos del viaje.

dum... dum... dum dum... dum... ¿Pero qué es esto? No tengo ni idea. Pasa el tiempo (o avanzo en el espacio, no lo tengo muy claro) y la música empieza a volverse un espacio tridimensional y miro a mi alrededor. "rale" narra mi paso por la Ciudad de las Máquinas, muy atareadas preparando la invasión de Zion. Pero todo pasa, y vientos cósmicos iracundos me arrastran a algún otro lugar. ¿A dónde? No-lo-sé. Para cuando me dejan en tierra, no me importa, porque hay una fiesta de chispas bailarinas que me invitan a bailar. No pensé que perdería mi cuerpo, pero aquí estoy, convertido en chispa, familiarizándome con el verdadero sentido de la palabra electrónica. A partir de ahí, el viaje se hace muy confuso para mí, porque soy trasladado como energía a través de un complejo de cables enmarañados que ni siquiera tienen entidad física.

Tras dar vueltas por mundos diversos donde la vida orgánica y la vida artificial se vuelven indistinguibles la una de la otra, algo acaba alineando de nuevo la realidad urbana, y me encuentro otra vez vagando por la ciudad, pero algo ha cambiado. Me he traído la oscuridad conmigo. Las formas han ganado una información nueva a mi alrededor. ¿Sigo siendo humano?

Autechre, ¿abstracto, intelectual? No sé. Aquí al menos, lo que hay es un viaje a otros mundos, imaginarios e interiores. Alienígenas, sí, pero susceptibles de ser imaginalmente procesados, disfrutados.