domingo, 27 de octubre de 2013

Biosphere, Substrata


(All Saints, 1997; Touch, 2001; Biophon, 2011)

Substrata es un abismo insondable. Es un abismo que no tiene fondo. O acaso, es tal la música que Geir Jenssen concibió aquí, que conecta con esa cualidad abismal de forma que te absorbes en su profundidad de un modo asombroso. Te asomas al abismo y sientes vértigo y atracción a la vez, como ocurre en las grandes alturas y junto a los precipicios. Es como un sueño en el que entras y de pronto te encuentras flotando, descendiendo hacia una profundidad invisible, y tal vez podrías decir, como escribió Neil Gaiman en The Sandman: "Si mi sueño fue verdad, todo lo que sabemos y todo lo que creemos que sabemos es mentira. Significa que el mundo es casi tan sólido y fiable como una capa de suciedad sobre un pozo sin fondo de agua negra. Y en el fondo hay cosas en las que no quiero ni pensar." Pero has de afrontar esas sombras, esas emociones, esa tiniebla que te envuelve, porque en su corazón se oculta la luz. De forma parecida, el genio de Biosphere hace el milagro, o el truco, de conducirte a las vastas profundidades de la conciencia, o de simularlo al modo mágico en que la música lo hace, a través de la expansividad sonora de sus paisajes inabarcables.

Substrata es un abismo inagotable. Pasan los años, y las noches, y siempre vuelvo a este disco y siempre me sigue emocionando, y sigo dejándome acariciar por sus suaves ondas, su agradable penumbra, su belleza sublime, las huellas de David Lynch y los ecos de Twin Peaks, sus sonidos árticos de agua y viento y hielo, su emotividad, su ternura, su profundidad, su frío supremo, su cálida luminosidad, su tiniebla insuperable. Es verdad que es una de las altas cumbres (o uno de los abismos más profundos) del ambient de todos los tiempos. Es verdad que es una referencia insoslayable de la música electrónica experimental y siempre un envidiable hallazgo para el que todavía no lo conoce. Pero es más que eso, mucho más. Las palabras se quedan cortas. No puedo describir con propiedad esta obra maestra, seguramente porque la conexión es tal que en ella no veo nada de particular, sólo abismo. Siempre hay más, más detalles, más abajo, más hondo, más adentro.

lunes, 7 de octubre de 2013

Ethernet, Opus 2


(Kranky, 2013)

«The bulk of recording took place during the darkest months of winter in the Pacific Northwest, between late-night shifts providing technical support for hospital operating rooms. The pieces on the album each formed gradually and spontaneously during extended improvised sonic meditations as part of the composer's own trancework (or self-hypnosis) practice, this in an effort to remove specific compositional intention from the process, instead just allowing them to "happen". If 144 Pulsations... was about expansion of awareness and opening to the light that surrounds us, Opus 2 is intended to induce inner contemplation and internalized focus on the light within us. It is also a statement on the gradual darkening and inexorable decay of our modern world, and the need to look within to find true support and sustenance from one's own energetic source. Patience and perseverance.» (Ethernet)

Suave, vaporoso, esponjoso como nubes rosadas, así suena este bonito disco de ambient que parece compartir vibraciones con el cuarzo rosa de la portada. Grabado por su autor en algo así como un estado de trance y compuesto con una orientación hacia la meditación y la sanación, se le puede ver cierto parentesco con el ambient espacial de Steve Roach y compañía, a la vez que resuena en él algo de las primeras composiciones de Aphex Twin, así como tal vez algún punto de contacto con el drone más reciente de artistas como Fennesz y Tim Hecker. Sin embargo, tiene un claro carácter propio, una energía diferente, que me ha calado a la primera escucha, posiblemente por el espíritu que irradia, más cósmico, pacífico y positivo que en las referencias citadas.

Sus drones sintéticos empiezan en tonos pastel en "Monarch", un inicio muy tranquilo y cautivador, que me trae a la memoria los inicios de los discos de Mountains. Después, sin embargo, va adentrándose en un púrpura brillante más interestelar y misterioso, hasta llegar a la expansividad catártica de "Pleroma". Recorren sus paisajes, rítmicamente, pulsos poco intrusivos y algunas texturas más ásperas que otras, que se superponen en una riqueza sonora de capas y ambientes de distinta densidad que dan la sensación de estar flotando en la atmósfera extraña de un planeta de seres incorpóreos.

Resulta en general un disco fluido, relajante, hipnótico y agradable, con una cualidad sutilmente dinámica y ligeramente melódica que le suma atractivo e interés. Un buen fondo para hacer lo que estés haciendo flotando a unos centímetros del suelo, y un nombre, el de Tim Gray, para seguir de cerca.

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Soft, vaporous, fluffy like pink clouds, this is how this beautiful ambient album sounds, seeming to share vibrations with the pink quartz of the cover. Recorded by the author in something like a trance and composed with a focus on meditation and healing, you can see here a link to the space ambient of Steve Roach and company, while something of the first compositions of Aphex Twin may echo in it, as well as maybe some point of contact with latest drone artists like Fennesz and Tim Hecker. However, it has a clear character, a different energy that has caught me on first listen, possibly because of the mood it radiates, more cosmic, peaceful and positive than in the mentioned references.

Synthetic drones of pastel colors start the trip in "Monarch", a very quiet and charming onset, which reminds me the usual starts in Mountains albums. Later it goes deeper into a more interstellar and mysterious bright purple, reaching the cathartic expansiveness of "Pleroma". Its soundscapes are rhythmically crossed by not intrusive pulses and some textures rougher than others, which overlap in rich sound layers and drones of different densities that give you the feeling of being floating in the strange atmosphere of a planet of incorporeal beings.

Overall, it is a fluid, relaxing, hypnotic and pleasant record, with a subtly dynamic and slightly melodic quality that adds appeal and interest to it. A good background for doing what you're doing floating a few inches above the ground and a name, Tim Gray, to follow closely.

domingo, 6 de octubre de 2013

Hear Hums, EP


(Inner Islands, 2013)

Sales al jardín a explorar y te haces pequeñito como una mariposa y das un paseo entre las flores, y descubres que hay un mundo enorme y desconocido ahí fuera, multicolor, lleno de texturas y vibraciones que nunca podrías haber imaginado en tu pequeña realidad de persona. Los espíritus de la naturaleza se revelan a tus ojos de niño y te llevan de viaje a la profundidad de esos patrones extraños y perfectos del infinito en el rostro de las flores. Siempre la vida bullendo, pajarillos y la magia del bosque y voces en estado animal y gatitos y elfos y todo en su sitio y desatino controlado y la luz de las islas interiores brillando en todo, y todo tan bonito y tú sonriendo y no sabiendo.

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You come out to the garden and explore and get tiny like a butterfly and go for a walk among the flowers and find that there is a huge and unknown world out there, a colorful, full of texture and vibrations one that you could never have imagined in your person small reality. The spirits of nature appear to your childish eyes and take you to a trip into the depth of those strange, perfect patterns of the infinite in the face of flowers. Life overflowing, birdies and magic of the forest and animal state voices and kittens and elves and everything in its right place and controlled folly and the light of the inner islands shining in all, and all so beautiful, and you smiling, and unknowing.

listen ~ buy the cassette

[publicado primero, en español, en microphones in the trees.]