(All Saints, 1997; Touch, 2001; Biophon, 2011)
Substrata es un abismo insondable. Es un abismo que no tiene fondo. O acaso, es tal la música que Geir Jenssen concibió aquí, que conecta con esa cualidad abismal de forma que te absorbes en su profundidad de un modo asombroso. Te asomas al abismo y sientes vértigo y atracción a la vez, como ocurre en las grandes alturas y junto a los precipicios. Es como un sueño en el que entras y de pronto te encuentras flotando, descendiendo hacia una profundidad invisible, y tal vez podrías decir, como escribió Neil Gaiman en The Sandman: "Si mi sueño fue verdad, todo lo que sabemos y todo lo que creemos que sabemos es mentira. Significa que el mundo es casi tan sólido y fiable como una capa de suciedad sobre un pozo sin fondo de agua negra. Y en el fondo hay cosas en las que no quiero ni pensar." Pero has de afrontar esas sombras, esas emociones, esa tiniebla que te envuelve, porque en su corazón se oculta la luz. De forma parecida, el genio de Biosphere hace el milagro, o el truco, de conducirte a las vastas profundidades de la conciencia, o de simularlo al modo mágico en que la música lo hace, a través de la expansividad sonora de sus paisajes inabarcables.
Substrata es un abismo inagotable. Pasan los años, y las noches, y siempre vuelvo a este disco y siempre me sigue emocionando, y sigo dejándome acariciar por sus suaves ondas, su agradable penumbra, su belleza sublime, las huellas de David Lynch y los ecos de Twin Peaks, sus sonidos árticos de agua y viento y hielo, su emotividad, su ternura, su profundidad, su frío supremo, su cálida luminosidad, su tiniebla insuperable. Es verdad que es una de las altas cumbres (o uno de los abismos más profundos) del ambient de todos los tiempos. Es verdad que es una referencia insoslayable de la música electrónica experimental y siempre un envidiable hallazgo para el que todavía no lo conoce. Pero es más que eso, mucho más. Las palabras se quedan cortas. No puedo describir con propiedad esta obra maestra, seguramente porque la conexión es tal que en ella no veo nada de particular, sólo abismo. Siempre hay más, más detalles, más abajo, más hondo, más adentro.