miércoles, 14 de junio de 2006

Manta Ray, Torres de Electricidad


(Acuarela, 2006)

Conciliación de opuestos: elaborado y sencillo, contundente y delicado, hiriente y dulce, denso y directo, apresurado y sosegado. Pero siempre en la penumbra. Desde la tranquila mecanicidad de "Don’t push me" o "No avant-garde (elektronik)" hasta la apabullante ternura de "Añada para Celia", hay en este disco un camino de paisajes variados donde rabia, esperanza, dolor y vitalidad encuentran su expresión estética a través del experto rock artesanal de estos artífices de electricidad experimental. Y ello con un uso bastante parco (aunque intenso) de la voz, que desgrana unas letras breves pero efectivas y en ocasiones deliciosamente líricas y memorables: "¿por qué evadirse a otros mundos aún más pequeños, si mis ojos también se cierran ante lo real?".

El camino de Manta Ray ha sido siempre personal y audaz. Torres de Electricidad es coherente con el camino andado y da un paso más allá, resultando accesible, vanguardista, potente y emocional. Se nota esa cercanía tan propia de la banda, ese mimo con el que parecen tratar su música y el corazón del que escucha. Digna entrega de un proyecto de primer orden, este disco está compuesto con la maestría, la experiencia y la inspiración de una banda de rock única y esencial.